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Ascenso al Volcán Tacaná. Chiapas, México.

Actualizado: 23 nov 2019

No recuerdo cuando fue la primera vez que papá me platicó sobre sus ascensos al Volcán Tacaná, quizá yo tenía unos 9 ó 10 años, sus anécdotas me hacían transportarme en mi imaginación a esos senderos rodeados de vegetación, escuchar el canto de los pájaros, ver un cielo despejado lleno de estrellas, y admirar el amanecer entre muchas cosas más. 


Fue hasta el año 2004 cuando tenía 12 años que papá me llevó con él a esta maravillosa aventura; recuerdo que estaba muy entusiasmada cuando empacaba mis cosas y quizá no dimensionaba lo que iba a representar para mi esta experiencia... 


Seguramente has escuchado que el éxito se compara con llegar a la cima de una montaña, (o en este caso, un volcán) sin embargo, pienso que el éxito no es solamente un punto de llegada, es el camino mismo, es recorrer el sendero dando un paso más cuando crees que ya no puedes... Tener la capacidad de apreciar y reflexionar todo lo que pasa a tu alrededor siempre sacando lo mejor de ello, eso es crecimiento y eso, eso para mi es tener éxito. 


Para irnos adentrando en el tema primero que nada, quiero compartir información de este bello lugar que se encuentra en el sur del estado de Chiapas en México.

El Volcán Tacaná es el guardián de la ciudad de Tapachula, siempre me gusta pensarlo de esta manera, ya que desde cualquier punto que te encuentres de esta ciudad si miras hacia el norte con un cielo despejado, de preferencia por las mañanas, que es la mejor hora, siempre podrás tener un paisaje espectacular. 

Desde el 2003 la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas decreto la región del Volcán Tacaná como Reserva de la Biósfera, debido a los ecosistemas que alberga y que representan gran riqueza de flora y fauna de relevancia en diversas ámbitos. 

Este volcán forma parte de la cadena volcánica del núcleo centroamericano, es un volcán activo estromboliano, y es el límite natural entre México y Guatemala.

En esta ocasión realice mi 3er ascenso del cual muero por compartir...

Salimos muy temprano de la ciudad de Tapachula (6:00 am) debimos salir a las 5 am pero honestamente, el sueño nos ganó. Nos fuimos en carro particular y llegamos hasta Chiquihuites a las 8 am, que es el último punto hasta donde pueden llegar los vehículos; si vienes en transporte público hay unas combis que pasan en el mercado San Juan, justo enfrente del Chedraui y estás te llevan hasta Cacahoatán y de ahí tienes que transbordar a otra para llegar a Unión Juárez, esto en la misma terminal. Estando en Unión Juárez hay unas camionetas que te llevan directamente hasta Chiquihuites, lo malo es que no son tan frecuentes. 

Empezamos la caminata a las 8:30 am del día sábado, por lo general se sube el volcán en dos días, aunque hay personas que en un sólo día deciden llegar de Chiquihuites hasta el cráter. Nosotros subimos el volcán por el lado de México, se que hay caminos por el lado de Guatemala, sin embargo, nunca los he recorrido.

Hay dos caminos para subir desde la comunidad de Chiquihuites, uno es "el paso del gato" que se toma de lado izquierdo (la foto de arriba como referencia), que de hecho subí por acá la primera vez, aunque tardas menos, se me hizo algo muuuy aventurero, pues hace honor a su nombre, ya que hay pedazos del camino que tienes que ir como gato literal, por el tema de que esta empinado y el camino es accidentado. El otro camino es "la caracola" (camino de la derecha), aunque es el camino más largo pienso que tiene unos paisajes que se disfrutan más, y lo más importante, no vas como gato. 

No hay pierde en el tramo del camino Chiquihuites - Papales, esta muy marcado el sendero y encontrarás letreros que te digan por donde ir.

Recomiendo subir el volcán en el mes de diciembre, cuando las lluvias no son tan frecuentes por el tema de tener una caminata seca, aunque hace más frío en estas épocas tus pies te agradecerán no caminar en la lluvia. También en semana santa muchas personas hacen su ruta, y lo más probable es que la lluvia los acompañe.

Es importante llevar suficiente agua, snacks como barritas, miel, chocolate, ropa cómoda y unos zapatos que no te molesten para nada, ropa de frío, sleeping y cobertor, entre más ligera sea la carga de la mochila, mejor. Comida como tal no es del todo necesario, ya que en Papales hay una familia que vende comida y que renta lugares para dormir dentro de unas casitas de madera.

Llegamos a Papales a las 2:30 pm, es decir, que nos hicimos 6 horas de caminata. Lo primero que hicimos fue preguntar por la comida que tenían y la señora nos ofreció un riquísimo plato de huevito con frijóles y tortillas hechas a mano. ¡Ah!, y un cafecito para entrar en calor. Este plato nos costo solamente $25 pesos mexicanos, y el café a $10. También ofrecen 3 empanadas a $12. Se me hace muy barato para la friega de cargar las cosas hasta allá arriba. 

Después de comer acomodamos nuestras cosas para dormir un rato, aunque era temprano necesitábamos descansar para recuperar energía y ver el atardecer. Yo fui cargando el tripie para tomar fotos en la noche, el cielo se ve impresionante y para nuestra suerte había luna llena ¡Qué mas puedes pedir! Sentía como si viera una pintura enfrente de mí, el contorno de las montañas al meterse el sol es algo inolvidable.

Después de cenar unas ricas empanadas nos fuimos a dormir temprano, porque al día siguiente continuaba la caminata hacía el cráter. 

Despertamos a las 5:30 am, desayunamos y nos preparamos para empezar a caminar a las 6:30 am, este tramo de caminata vas sin menos peso, las mochilas se dejan en Papales y se pasan a recoger cuando regreses del cráter. 

El tramo de caminata de Papales al cráter ves diversos paisajes, pasas por bosques, otros terrenos más secos que sufrieron deforestación e inclusive algunos por incendios. Las vistas son increíbles; justo enfrente del Volcán Tacaná se puede ver el Volcán Tajumulco que se encuentra en Guatemala. 


Conforme vas subiendo la cantidad de oxigeno disminuye y tu cuerpo lo puede resentir, por ello es importante mantener tu propio paso, y parar a descansar unos minutos cuando lo necesites.

Algunas personas les gusta recorrer este pedazo en la madrugada para ver desde arriba el amanecer, sin embargo pienso que no se disfruta tanto el camino, eso sí, recomiendo empezar temprano para tener buenas vistas, las nubes suben y cubren la visión si llegas tarde. 

Los últimos metros para llegar al cráter el camino es muy rocoso y seco, cada piedra grande que ves es como una perfecta silla que te llama para descansar un poco jeje

A escasos metros de entrar al cráter sentí un riquísimo aroma a carne asada que me inyectó una dosis de energía y vaya sorpresa que en el cráter ya es todo un comercio de venta de comida, es la primera vez que veo tanta vendimia.

Llegamos a la 1:30 pm al cráter, nos llevo 7 horas la caminata desde Papales. Lo primero que hicimos sin lugar a duda fue ¡comer!, moríamos de hambre y fue una muy buena noticia saber que había una gran variedad de comida. Las personas que vendían eran de Guatemala y comentaban que en abril y diciembre es cuando subían a vender porque llegaban muchas personas, ellos viven en el cráter por el lapso de tiempo que vayan a estar ahí vendiendo. Yo comí un plato de carne asada con huevo y frijól por $65 pesos.

Estuvimos una media hora en el cráter y a las 2 pm comenzamos el descenso. Llegamos a Papales a las 5:30 pm, la bajada desde luego es más rápida que la subida, solo que tus rodillas lo resienten más...

Pasamos a comer algo a Papales y recoger el resto de nuestras cosas; era 23 de diciembre y ya no había más visitantes por la cuestión de las festividades, nosotros éramos los últimos en despedirnos de Papales para hacer el 2do tramo de caminata hasta Chiquihuites, salimos a las 6:40 pm, fue una caminata nocturna, en este pedazo comencé a sentir el cansancio en mis pies y sobre todo mis rodillas

Fuimos muy afortunados de que no lloviera en toda nuestra travesía, unos días antes había llovido fuerte, de hecho, hubo tramos del camino en que todavía estaba lodoso. Llegamos a Chiquihuites a las 10:20 pm, en verdad los últimos metros me dolían increíblemente mis rodillas, me dolía dar un paso, mi cuerpo simplemente ya no podía más. En total caminamos por 21 horas. Los tiempos de caminata depende mucho del paso que se lleve y desde luego la condición que se tenga. 

Me quedo con una gran satisfacción personal después de esta gran experiencia de viaje. ¡Exploren! ¡Aventúrense lo más que puedan!, no solo esperen las oportunidades, búsquenlas, háganlas realidad. No se queden con las ganas de intentar algo, el tiempo perfecto para hacer las cosas que quieres hacer es ahora, desde luego que todo lleva su proceso y paso a paso se alcanza, es como subir un volcán, hay pedazos del camino que el cansancio del cuerpo es tal que duele avanzar. Uno mismo debe motivarse a seguir, pues hay tanta belleza que admirar.


Gracias a mis compañeros de viaje, fue increíble caminar con ustedes...

Disfruten lo que tienen alrededor, tenemos un país brutalmente hermoso, lleno de muchos rincones para explorar...  

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